El sector energético, como uno de los sectores clave de infraestructuras críticas, se enfrenta actualmente al reto de garantizar no solo un suministro energético fiable, sino también la resiliencia ante las ciberamenazas. La transformación del sector, relacionada con la integración de fuentes de energía renovables (FER), la digitalización y la automatización, obliga a los operadores a implementar nuevos estándares de comunicación y seguridad. En un contexto de amenazas crecientes y de una situación geopolítica cambiante, la ciberseguridad se está convirtiendo en uno de los pilares del funcionamiento seguro del Estado.
Por qué es crucial la ciberseguridad hoy en día?
Los sistemas de energía modernos son cada vez más complejos y vulnerables a los ataques. La transformación de las redes tradicionales en sistemas automatizados y gestionados digitalmente ha creado nuevos vectores de riesgo. Cada dispositivo inteligente, cada medidor remoto, cada estación transformadora conectada a la red es un punto de entrada potencial para los ciberdelincuentes.
Los ciberataques a la infraestructura energética pueden tener consecuencias desastrosas, que van desde cortes de energía locales hasta fallos graves del sistema que ponen en peligro la vida y la salud de las personas. Además, estos ataques se están convirtiendo cada vez más en parte de actividades geopolíticas y militares más amplias.
Los tipos más comunes de ataques al sector energético
- Ataques de ransomware: cifrado de datos del sistema y demandas de rescate.
- Ataques DDoS (denegación de servicio distribuido): sobrecarga de servidores y sistemas SCADA, lo que los hace inaccesibles.
- Infiltración y sabotaje: toma de control de los sistemas de control (PLC, RTU) y daño deliberado de la infraestructura.
- Phishing e ingeniería social: explotación del error humano para obtener acceso a los sistemas.
- Ataques a la cadena de suministro: infección de software o hardware antes de su implementación en la infraestructura.
- Ataques como la suplantación y el bloqueo: interrumpir o falsificar señales GNSS (por ejemplo, GPS, GALILEO) utilizadas para la sincronización horaria en sistemas energéticos. La suplantación consiste en sustituir una señal falsa que hace que los dispositivos «piensen» que la hora es diferente de la que realmente es. El bloqueo es la interrupción de una señal, lo que lleva a su pérdida completa. Ambos ataques pueden dar lugar a una correlación incorrecta de los datos de medición, a la pérdida de sincronización de las centrales eléctricas y a dificultades para analizar los incidentes.
Fot. Bitstream
Ejemplos de ciberataques al sector energético
Un ejemplo de este tipo de ataques son los ataques a los sistemas eléctricos de Ucrania en diciembre de 2015 y 2016, que provocaron cortes en el suministro eléctrico a cientos de miles de habitantes. En ellos se utilizó el software malicioso BlackEnergy e Industroyer.
Otro ejemplo es el ataque de ransomware contra Colonial Pipeline en 2021, dirigido contra la empresa que gestiona el mayor oleoducto de Estados Unidos. El ataque provocó la interrupción del suministro durante varios días y grandes trastornos en todo el país.
Por su parte, el intento de ciberataque de 2022 en Canadá obligó al productor y proveedor de electricidad Hydro-Québec a desconectar temporalmente parte de sus sistemas informáticos, lo que demuestra la magnitud de las amenazas incluso en países altamente desarrollados.
Cada uno de estos incidentes demuestra que la infraestructura energética es objetivo no solo de los ciberdelincuentes, sino también de grupos vinculados a Estados que libran una ciberguerra como parte de su estrategia político-militar.
Geopolítica y ciberseguridad: la creciente importancia de la protección de los sistemas energéticos
En los últimos años, hemos sido testigos de cambios radicales en el equilibrio de poder internacional. Las crecientes tensiones entre Oriente y Occidente, la guerra en Ucrania, la inestabilidad en Oriente Medio y la escalada de los conflictos en el ciberespacio han situado la energía en el punto de mira tanto de los defensores como de los agresores.
Los conflictos actuales ya no se libran únicamente en los campos de batalla, sino que la guerra informativa y cibernética es igualmente importante. La interrupción del suministro energético puede debilitar la resiliencia de un Estado, desorganizar la sociedad y minar la moral. Por ello, la ciberseguridad se está convirtiendo no solo en un reto técnico, sino también en una prioridad estratégica nacional.
Tecnologías que respaldan la ciberseguridad
En respuesta a las amenazas en rápido crecimiento, se están desarrollando tecnologías que garantizan la resiliencia de los sistemas energéticos. Entre ellas se incluyen:
- Cifrado de la transmisión de datos: tecnologías como MACsec (capa 2) e IPsec (capa 3) garantizan la confidencialidad, integridad y autenticidad de los datos transmitidos entre dispositivos.
- Segmentación de redes y cortafuegos industriales: separan los sistemas críticos de las redes de oficina y de Internet, menos seguras, minimizando el riesgo de escalada de un ataque.
- Detección y respuesta a incidentes (IDS/IPS): soluciones que supervisan el tráfico de red en tiempo real, lo que permite detectar y bloquear rápidamente actividades sospechosas.
- Receptores GNSS multisistema y multifrecuencia.
- Monitorización y gestión remotas: permiten una respuesta rápida ante posibles amenazas, el análisis del estado de la red y el diagnóstico de averías sin necesidad de estar físicamente presente en la estación.
Foto: Soluciones Bitstream para la transmisión de datos y la sincronización de tiempo.
Soluciones BitStream que respaldan la ciberseguridad en el sector energético
En BitStream suministramos dispositivos que respaldan la transmisión de datos y la sincronización horaria, lo que garantiza la seguridad de las comunicaciones. Entre ellos se incluyen:
- Servidores de tiempo con soporte para PTPv2, GNSS e IRIG-B: garantizan una precisión de sincronización de nanosegundos, fundamental para un análisis preciso de los eventos. Servidores de tiempo y conmutadores que cumplen los requisitos de la norma IEC 62443-4-2 en materia de autenticación de usuarios con un mecanismo implementado de delimitación de derechos, control de acceso, integridad de las comunicaciones y cifrado de datos, así como seguridad de las actualizaciones de software.
- Dispositivos conformes con IEC 61850-3 con soporte MACsec/IPsec: garantizan la protección de los datos, la resistencia a los ciberataques y crean una zona de comunicación segura incluso en entornos con los requisitos de fiabilidad más exigentes.
- Receptores GNSS multisistema y multifrecuencia
- Función de monitorización remota: minimizan el tiempo de respuesta y aumentan la resistencia del sistema ante fallos y ataques.
- Mecanismos de detección de interferencias y spoofing.
Nuestros servidores de tiempo representan la máxima calidad en el campo de la sincronización y la precisión temporal. Son un elemento clave en redes y sistemas donde la precisión del tiempo es fundamental, como centros de datos, instituciones financieras, redes de telecomunicaciones y, precisamente, en el sector energético. Las avanzadas tecnologías que utilizamos en Bitstream garantizan una precisión, fiabilidad y estabilidad sin igual. Estos dispositivos son capaces de sincronizarse con múltiples fuentes de tiempo, incluidos los sistemas de navegación por satélite, como GPS o GALILEO, lo que garantiza el máximo nivel de precisión.
Por su parte, nuestros conmutadores industriales para aplicaciones en infraestructuras críticas y redes sensibles al tiempo son componentes clave en los que los retrasos en la transmisión de datos pueden afectar a la calidad del servicio o a la seguridad de las operaciones. Son indispensables en entornos que requieren una transmisión rápida e ininterrumpida. Utilizando soluciones estandarizadas y mecanismos propios, estos conmutadores garantizan retrasos mínimos y un alto rendimiento, al tiempo que aseguran la fiabilidad y la estabilidad del funcionamiento. Gracias a ellos, la información se transmite casi instantáneamente, lo que es fundamental en aplicaciones en tiempo real.
Resumen y recomendaciones para los operadores de redes
La ciberseguridad en el sector energético no puede considerarse una opción, sino una condición necesaria para mantener la continuidad del servicio y la confianza de la sociedad, tal y como indican las normas y las nuevas directivas, como la NIS-2. Hoy en día, invertir en una infraestructura digital segura es invertir en la seguridad nacional.
Los operadores de sistemas de transmisión y distribución deben actualizar periódicamente sus políticas de seguridad y realizar pruebas de resistencia (por ejemplo, pruebas de penetración), implementar la segmentación de la red, el cifrado de las transmisiones, la sincronización precisa del tiempo y formar al personal en materia de ciberseguridad y respuesta a incidentes.
Sin embargo, lo más importante es elegir tecnologías y soluciones probadas, fiables y certificadas como base para unos sistemas energéticos estables y seguros.
Magdalena Oleszko
Especialista sénior en marketing Bitstream
www.bitstream.pl